Cuando me dijeron que querían hacerse fotos con sus peques me morí de ilusión… es una pareja que conozco desde hace mucho tiempo y para mí fue un privilegio… un regalo.
No hay nada como tener ilusión, querer hacerte fotos, y ponerle todas las ganas del mundo.
Pasamos una tarde preciosa donde no faltaron las risas, la complicidad… sólo hay que ver las fotos para darte cuenta de la conexión que tienen los 4, es alucinante ser espectador de todo eso… esa tarde fue pura magia y es un regalo tremendo por parte de ellos que jamás podré olvidar. Os dejo con esta maravilla!